Los cazadores de Lleida creen que endurecer el acceso a las armas no serviría para evitar crímenes como el de Aspa

La Generalitat, el Síndic de Greuges y diferentes sindicatos y asociaciones de agentes forestales reclaman a la Guardia Civil una revisión de los protocolos para otorgar licencias de armas después del doble crimen ocurrido el pasado sábado en Aspa.

Por su parte, el presidente de la Federación de Cazadores de Lleida, Jaume Teixidó, cree que endurecer el acceso a las armas no serviría para evitar este tipo de crímenes, ya que se trata de un hecho aislado y de una persona que practicaba la caza de forma ilegal.

Desde la federación de cazadores han querido mostrar su pésame por los agentes rurales muertos y sus familias y se han querido desvincular del detenido porque que no lo consideran a un cazador al no tener la documentación necesaria para llevar a cabo esta práctica.

La provincia de Lleida tiene censadas más de 40.000 armas de fuego, que corresponden a 22.400 licencias, la mayoría de escopetas y rifles para practicar la caza.

Estos datos de la Guardia Civil dan a conocer que uno de cada quince adultos posee este tipo de licencia y, por lo tanto, armas de fuego.