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© El nou Conselh Generau després del ple d'investidura celebrat ahir al migdia.
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© Desenes de persones van omplir la sala de plens
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© Boya va rebre felicitacions de Tere Cunillera i Miquel Iceta
MAGDALENA ALTISENTEl nuevo Síndic de Aran, Paco Boya (UA), tomó ayer posesión del cargo y fijó como prioridad brindar apoyo a los que atraviesan dificultades económicas. Tras el pleno que le invistió con mayoría absoluta, destacó la necesidad de “crear oportunidades” para evitar la despoblación y afirmó que la Val debe convertirse en un referente sobre cómo revertirla.
Paco Boya (UA) tomó ayer posesión del cargo como nuevo Síndic de Aran y estableció como primera prioridad el apoyo a los habitantes de la Val que atraviesan dificultades económicas. “Son los herederos de la crisis”, dijo tras el pleno de investidura y destacó la necesidad de “crear oportunidades” para la población como medio para combatir la despoblación que afecta a los municipios rurales y especialmente a los de montaña. Boya expresó su voluntad de convertir el valle en “un referente” de cómo revertir la llamada España vaciada.
“La globalización fagocita a pueblos pequeños y los territorios de montaña parecen condenados al abandono. Eso es algo a lo que debemos dar la vuelta”, afirmó el nuevo Síndic, que en los ultimos años ha dedicado a la despoblación rural buena parte de su actividad como senador socialista y como presidente de la asociación de municipios esMontañas. “Debemos lograr un país justo, capaz de crear oportunidades”, recalcó.
Boya, que fue Síndic por primera vez entre los años 2007 y 2011, volvió a ser investido ayer con los votos a favor de la holgada mayoría absoluta de Unitat d’Aran. Esta formación política, federada con el PSC, consiguió nueve de los trece escaños del Conselh en las elecciones del 26-M. Por su parte, los cuatro miembros de CDA, en la oposición, votaron la investidura del alcalde de Naut Aran, César Ruiz-Canela. Este ofreció colaboración al gobierno de UA en cuestiones como la negociación de transferencias de la Generalitat. El hasta ayer Síndic, Carlos Barrera, asistió a la sesión como miembro del público tras haber presentado su dimisión.
El pleno de investidura levantó una expectación inusual que desbordó la sala de plenos de la Casa deth Senhor de Arròs y obligó a parte del público a seguir la sesión desde el exterior. El acto contó con la participación de la delegada del Gobierno en Catalunya, la leridana Teresa Cunillera, quien apuntó que “la España vaciada es un medio rural a menudo expoliado”. El acto contó también con representantes de la Generalitat y de instituciones aragonesas, así como de dirigentes socialistas.