El día de la salud

El sorteo de la lotería ha sido una especie de alto el fuego, como una tregua en medio de una guerra cruenta, brutal contra el coronavirus. El sonsonete de los niños de San Ildefonso cantando los premios ha sido un momento de paz, un bálsamo de normalidad en medio de un año caracterizado por lo anormal, por lo extraordinario. Nunca antes había sido noticia cada día del año un solo asunto, un único tema que se ha impuesto sobre todos los demás. Y no es precisamente porque los demás no hayan sido relevantes, sino porque uno ha eclipsado a todos los otros. Así que, entre voces infantiles cantando números y premios como si nada pasara, vale la pena recordar que si hoy es por tradición el día de la salud, especialmente para quienes no hemos sido premiados en el sorteo, lo es aún más para aquellas familias que han visto atacada precisamente su salud por un virus que no entiende de gobiernos competentes o incompetentes, sino de actitudes responsables o irresponsables. Sea o no coincidencia, también vale la pena recordar que el mismo día en que mucha gente alcanza la felicidad con un trozo de papel con un número impreso, la fiscalía ha decidido abrir una investigación penal contra quienes resulten responsables de la muerte de 61 personas en la residencia de la Fundació Fiella de Tremp. Entre los datos que deberá analizar la fiscalía no será uno menor el hecho de que solo una de las personas fallecidas mereció el traslado a un centro sanitario y sesenta acabaron muriendo en la residencia, como si alguien ya hubiera decidido su final.